Historia de nuestro taller en un centro de reclusión para jóvenes
8 AÑOS DE EXPERIENCIA:
A lo largo de nuestro taller hemos aprendido que un libro perdido vale más que un libro guardado.
Todas las semanas llegábamos con un carro con libros a la casa 3 del Centro de Internación Provisoria de San Bernardo. Así se conoce a los centros de reclusión donde los jóvenes que han cometido delito siendo menores de edad, esperan que un Tribunal de Justicia defina su sanción o liberación.
Hace siete años que Fundación Itaca comenzó con el Club de Lectura en ese establecimiento y nosotras lo continuamos a través de Métele Cuento. La asistencia al taller es voluntaria, no se pasa lista ni se emiten informes de buen comportamiento. Todos estamos porque queremos estar.
Nos encantaría contar con una sala luminosa, de paredes limpias y con una gran mesa que invite a la reunión. Pero muchas veces la sala es oscura, hay que barrerla y formamos una mesa para ocho o diez personas, gracias a la unión de varios pupitres de distintos tamaños y alturas que cubrimos con un mantel, lo que da inicio a nuestro taller.
el valor del libro perdido
El solo hecho de que tomen un libro y lo abran es un tremendo avance. Para eso llevamos libros de gran formato, coloridos y con muchas imágenes. Los inducimos a mirar las fotografías y cuando alguno pregunta ¿Dónde ocurre esto?, le indicamos la lectura al pie de foto que puede ser leída por él o por nosotras.
Cuando vemos que uno de ellos se interesa por un tema en particular, agregamos al carro uno o dos libros sobre esa temática. Carlos, por ejemplo, estaba intrigado por un sueño que tuvo. A la semana siguiente, llevamos un libro sobre interpretación de sueños.
¿Hay libros que se pierden? Sí, siempre hay libros que prestamos y no vuelven. Sin embargo, no se imaginan la satisfacción que sentimos cuando uno de ellos nos habla de un libro que encontró en su pieza y que “está interesante”. Definitivamente, ese libro es mucho más útil en el pabellón que guardado en nuestro carro.
lo que echamos al carro de libros
Un carro de compras nos sirve para transportar nuestros libros. A continuación les mostramos una selección de textos que hicimos para una de las sesiones del Club de Lectura.
“A través de los ojos del cóndor. Una visión aérea de América Latina”, Robert B. Haas, Editorial Random House.
“Grandes ciudades del mundo. Un viaje por las ciudades más fascinantes del planeta”, Ricard Regas, Editorial Parragon Books.
“Amazonía. Pulmón verde de la tierra”, Carmén Rodríguez, José Manuel Serrano y otros, Editorial Susaeta.
“El gran libro del metro
de Stgo.”, publicado para celebrar los 40 años del Metro.
“Monster Manía. Todo lo que necesitas saber sobre fantasmas, hombres lobo, vampiros y brujas”, María Joannou, Editorial Guadal SA.
“La historia de Erika”, Ruth Vander Zea y Roberto Innocenti, Editorial Kalandraka.
“El cuerpo humano. Infografías”, Peter Grundy, Editorial Contrapunto.
“Animales de África”, Mauro Burzio, Editorial Everest.
“El río”, Alfredo Gómez Morel, Editorial Tajamar Editores.
“El caballero de la armadura oxidada”, Robert Fisher, Ediciones Obelisco.
“Ilusiones ópticas, Las imágenes engañosas e ilusorias más espectaculares. ¡Verlo para creerlo!”, Inga Menkhoff, Parragon Books.
“Polaroid Book”, Edición Aniversario Taschen.
“Santiago en 100 palabras. Los mejores 100 cuentos de la décimo séptima versión del concurso”, iniciativa de Escondida/BHP, Metro y Plagio.
“600 puntos negros”,
libro Pop-Up de David A. Carter, Editorial Combel.
“Bajo la misma estrella”, John Green, Editorial Nube de Tinta.
“World Press Photo 2018”, Editorial Blume.
“Dicho sea de paso. Antología poética de Claudio Bertoni”, Ediciones UDP.
“Los juegos del Hambre”, Suzanne Collins, Editorial Molino.
“Sopa de letras”, se encuentran en quioscos y librerías.
“Cementerios del desierto. Los colores de la muerte”, Elvira Montenegro y Ricardo Carrasco, Fundación Luksic y Minera El Tesoro.